No pana esto se me salio de las manos totalmente, no soy de las que se arrepiente de las cosas NO, o sea las cosas pasan y se hacen por algo, pero si hay una única cosa de la que me arrepiento es esta, y no sabes cuanto me arrepiento,siempre te hable del destino, siempre te dije que el se encargaría de decir si o no y tu siempre quisiste algo concreto, algo seguro y yo nunca me atreví, todo por mi maldito miedo. 4 años desde que te conocí, 4 años desde que me dijiste te adoro y te quiero en mi vida, 4 años desde que te rechace y seguiste insistiendo hasta cansarte, 4 años desde que cada mañana al verte me sonreías esperanzado como quien espera una respuesta afirmativa, día tras día durante 2 años fue lo mismo y no parecías perder la esperanza, hasta que ese día, nuestro último día te cansaste y dijiste no más y convertiste el que esperaba fuera uno de los días más significativos de mi vida por el que había esperado durante 11 años en un día tan gris y tan vacío, ese día cuando por fin decidiste negarme tu sonrisa y era lo que más necesitaba, pero aún en ese entonces nada me importaba y a pesar de todo me daba igual pero no, nuestro dichoso destino no funcionaba así.
Nunca logramos ponernos de acuerdo pero aún así los sentimientos estaban allí, intactos, un poco golpeados de tanto trajín pero siempre estuvieron; no importó Nueva York, no importaron los 2 meses de agonía y reproches internos, no importaron las lágrimas por la madrugada, las palabras que no debieron existir, tu odio, mi rechazo, absolutamente nada importo. Siempre estábamos allí aunque nada era igual, nos fuimos alejando hasta que ya nada importo y parecía el final de todo.Hasta hace más de un año éramos la sombra de lo que algún día pretendimos ser.
Yo jugué a querer a otros pero en el fondo seguías allí, sólo que nunca lo supe, te supiste esconder muy bien; tú mientras tanto al parecer si quisiste a unas cuantas y sé que hasta hace poco aún quedaba algo de ese amor que un día me tuviste.
Ahora me torturo viendo tu felicidad, me torturo viendo tu sonrisa y que ahora es de ella, siento que muero un poquito -por más exagerado que suene- cada vez que veo lo que un día quisiste tener y yo no te permití, me torturo queriéndote decir un hola que sé jamás vas a responder porque hasta eso deje ir, lo más irónico del asunto es que tu nueva felicidad tiene mi nombre pero no soy yo y no sabes cuantas veces me he preguntado que cosas pasaban por tu mente al conocerla, cuando la besaste por primera vez, cuando tomaste su mano al salir del cine, cuando le susurraste al oído te amo delante de tus amigos sin temor a parecer demasiado cursi, cuando miraste a sus ojos y viste que habías encontrado por fin la felicidad y la pregunta más importante que me hago es si pensaste o piensas en mi cada vez que la miras, o si al menos me recuerdas vagamente como aquella chica que te rompió el corazón y que hoy sufre y se arrepiente y pide con todas las fuerzas de su corazón devolver el tiempo.
No tienes ni idea de lo frustrante que es estar aquí y cerrar los ojos y pensarte a cada instante, y que en ese sueño que se repite cual canción rayada me dijeras te amo y me besaras sin reparo, sin temor, sin rencor ni odio, sin corazones rotos, ni heridas abiertas y ahora que lo pienso sólo ese sueño basto para traer de vuelta tantas recuerdos que creía sepultados y que me negaba a traer de vuelta.
Mi única y última esperanza la tengo puesta en el destino del que más de una vez hablamos y que esta vez nos jugó chueco, sólo espero que el destino esta vez no llegue demasiado tarde.